Hace unas semanas Mariola rescató un gatito, Cendra, de los garajes que tenemos bajo la clínica.
Sois muchos los que me habéis preguntado qué pasó porque ese día estabais por aquí, así que he decidido contároslo a todos.
Ese día, cuando Mariola llegó a trabajar oyó que salían maullidos desesperados de dentro del garaje. Como no podía entrar, pidió ayuda a unos vecinos que le abrieron. Buscó por las dos plantas de los garajes hasta que encontró a Cendra, que así se llama, muerto de miedo.
Consiguió cogerlo y lo trajo a la Clínica. Tenía muchísima hambre, sed y miedo.
Teníamos que encontrarle un hogar, y no tuvimos duda de dónde iba a recibir todo el amor del mundo... Pocos días antes una familia había perdido a LLuc, un gato que tenía ya 17 años y una larga enfermedad renal. Les llamamos y enseguida vinieron a por Cendra.
Sabíamos lo que ellos le iban a querer, lo que no sabíamos es quién iba a quererle más aún… como sobran los comentarios, aquí tenéis a Cendra y Kanan:
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